Las cosas espirituales deben distinguirse de las cosas espirituales. La Jerusalén celestial que da el agua de vida es Dios. Apocalipsis y Gálatas testifican claramente de Dios Madre.

Los israelitas física pensaban en Jerusalén como su ciudad natal y querían regresar.
Asimismo, el lugar al que los israelitas espirituales debenrían esperar regresar es la Jesusalén celestial.
Cuando regrese a la Madre celestial recibirá paz, descanso y consuelo.

Hasta el final, descanse en los brazos de la Madre, la Jerusalén Celestial, seamos salvos.

A través del significado de la ciudad Jerusalén en esta tierra, pude entender el significado de la Jerusalén celestial. Gracias a la Madre Celestial que vino a esta tierra para salvarnos.

Dios mostro figuara que los israelitas extraño siempre Jerusalen terrenal, como las Israelitas celestial que los hijos de Dios, siempre estrañar a la Madre Celestial.

Jerusalén celestial es muy importante para nuestra salvación. Porque ella es nuestra salvadora en eata época. En la época del Padre, Jehova era salvador. Si los pueblos en esa época no conocían ni creían en Jehova , no podría recibir la salvación. Así también en la época del Hijo. El proposito de que creen en Dios es nuestra salvación y ir al reino de los cielos. Poreso, estudiemos sobre la nueva Jerusalén celestial, nueatra salvadora.

Madre celestial que bajó a esta tierra como la realidad de la Jerusalén celestial. A través de la Madre celestial, recibimos la vida eterna. Gracias Madre celestial.

Todos somos extraños espirituales de nuestro hogar celestial. Así como los israelitas físicos siempre anhelaron Jerusalén incluso después de que dejaron su ciudad natal, debemos vivir una vida de anhelo por la Madre Celestial, la Jerusalén espiritual, todos los días. Porque todo el consuelo y la serenidad provienen de la Madre Celestial, la Jerusalén espiritual.

La Biblia da testimonio sobre Jerusalén celestial. Es Dios Madre. Según las profecías de la Biblia, la Madre celestial aparece en los últimos días y da la vida eterna a sus hijos. Todos creamos absolutamente en la Madre Jerusalén celestial y sigamosla.