Si vas por el camino equivocado, te perderás y terminarás en un destino completamente diferente. Debemos entrar en el camino del cielo. No se desvíe de este camino y vaya de lado. Para llegar al destino correcto, el cielo, debemos seguir la voz de Dios que dice “ven” y encontrar el camino al cielo que Dios ha abierto. En primer lugar, es el camino al cielo creado por Dios yendo y viniendo para nuestra salvación del cielo a esta tierra y de esta tierra al cielo otra vez. Por otro lado, existe un camino al infierno que fue creado cuando Satanás llevó a sus siervos a esta tierra y engañó a muchas almas y las arrastró al infierno. Desde las leyes no escritas antes de Moisés hasta las leyes misteriosas escritas en las tablas de piedra y la verdad del nuevo pacto establecido con la sangre de Cristo, todo existió para dar testimonio de la Madre Celestial. Y conocimos a la Madre Celestial durante un largo período de tiempo desde los tiempos del Antiguo Testamento hasta los tiempos del Nuevo Testamento. Habiendo encontrado a Dios Padre y a Dios Madre, a quienes tanto extrañamos, debemos obedecer las palabras de Pedro, diciendo: “Te seguiré dondequiera que nos lleves”, en lugar de repetir el error de Pedro al rechazar la palabra de Dios con nuestra pensamientos propios.