La biblia dice que la ley de Moisés es la sombra de los bienes venideros, la ley de Cristo. En la ley de Moisés el santuario terrenal estuvo dividido en dos partes que son el lugar santo y el lugar santísimo. Los pueblos podían recibir el perdón de pecados por el hecho de que el sumo sacerdote entrara en el lugar santísimo. Esta es la profecía de que los santos pueden recibir el perdón de pecados por recibir a Dios Madre, la realidad del lugar santísimo.

He.6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

El santuario está divido en dos. Uno es el lugar santo, otro el lugar santísimo. En el día de Expiación el sumo sacerdote entró en el lugar santísimo, de modo que pueblos pudieron ser perdonados. Esto es una profecía de que Jesús entraría en el lugar santísimo espiritual siendo precursor a fin de que entremos en él


He.9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los vienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Así como Jesús entró en el lugar santísimo, también tenemos que entrar en el lugar santísimo a fin de que seamos salvos.

Mt.27:53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

Los santos entraron en en la santa ciudad. Al comparar dos versículos anteriores podemos entender que la santa ciudad es el lugar santísimo. Entonces, ¿ a qué se refiere la santa ciudad?

Ap.21:9~ ... Ven acá,yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de Dios.

La santa ciudad es la Jerusalén celestial. En otra parte de la biblia nos enseña qué es ella.

Gá.4:26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

La Jerusalén celestial es Madre de todos nosotros, es decir, Dios Madre. Debemos recibir a Dios Madre, la realidad del lugar santísimo a fin de que seamos salvos. La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial cree en Dios Madre. Ella es nuestra Madre y nos guía al reino eterno.