Dios vino a esta tierra a darnos la vida. Pero, el espíritu es el que da vida. Nuestro cuerpo corruptible no puede heredar la herencia celestial. Y nos ha enseñado la manera de entrar en el reino de los cielos. Esto fue para nuestro espíritu.

Jn.6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Jesús dijo que salvaría a nuestro espíritu. Ya que el reino de los cielos es donde no hay muerte, nuestro cuerpo corruptible no puede heredar el reino eterno.

2 P.1:24 Porque: Toda carne es como hierba,y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae

Dios compara nuestro cuerpo con la hierba. Y ella se seca y se cae. Esto quiere decir que el propósito de nuestra fe debe de ser la salvación de nuestro espíritu. Sin embargo, la mayoría de los creyentes buscan la bendición de carne.

1Co. 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrpción hereda la incorrupción.

Aquí, claramente dice que la carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios. Por lo tanto, tenemos que esforzarnos en aprender la manera de recibir la salvación de nuestro espíritu y en ponerla en práctica.

Jn.6:54 el que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero... como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

Según esta palabra preciosa el que coma la carne de Jesús y beba su sangre vivirá por él. Por lo tanto, para la salvación de nuestro espíritu debemos participar en su carne y en su sangre. Esto es el camino vivo que Jesús puso.

Mt. 26:26 mientras comían, tomó Jesús el pan y lo bendijo... Tomad, comed: Esto es mi cuerpo. Y tomando la copa,.. Bebed de ella todos porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

Esta es la escena en que Jesús y sus discípulos guardaron la Pascua del nuevo pacto. Al guardarla él prometió que el pan de ella sería su carne, y el vino, su sangre. Así, la Pascua del nuevo pacto es el camino vivo de que nuestro espíritu viva. Por esta razón, él la dejó a esta tierra antes que padeciera.

Ahora sólo la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial la guarda según la enseñanza de Jesús sin añadir ni quitar de ella.