La Biblia registra que Dios es amor (1 Juan 4: 8). Está Dios Padre, que estableció la nueva alianza con la verdad de la vida a través del sacrificio, y Dios Madre, que nos guía incluso en este momento.

En los últimos días, aquellos que no se dan cuenta del amor de la Madre Celestial no pueden ocupar la posición de un sacerdote como el rey del cielo.
Esto se debe a que cuando actuamos con el amor de la Madre, podemos vencer a Satanás así como la Madre logró la victoria eterna (Apocalipsis 3:12).

El amor de madre que trabaja dentro de nosotros nos da el poder de cuidarnos unos a otros, corregirnos cuando pensamos mal, salvarnos de circunstancias incorrectas y llevarlos a todos al cielo.

Como está profetizado en la Biblia, oramos para que lo compartamos con nuestros vecinos y personas en el mundo que aún no están en la verdad para que muchas personas puedan regresar a la Madre Celestial como nubes y palomas.
Que otros conduzcan por el mismo camino glorioso que el nuestro.