Algunos insisten en que la Esposa del Cordero en Ap. 19:7 indica a los santos, y no a la Madre celestial.
Averigüemos por qué su insistencia es incorrecta.

Ap. 19:7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado.

En el banquete de bodas celestial, hay un esposo, una esposa y también personas que son llamadas a la cena de bodas.

Ap 19:9 ..Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas el Cordero.

Los que son llamados, de ninguna manera pueden ser el esposo ni la esopsa.
Es porque el esposo y la esposa son los que invitan, y no pueden ser invitados.

Si la esposa fuera los santos, ¿quiénes serían los que son llamados?
La verdad es que ellos son los santos que recibirán la bendición de la vida eterna.
Por lo tanto, la Esposa del Cordero en el texto, no indica a los santos, sino a la Madre celestial, la Salvadora, que invita a los santos y les da bendiciones.