Dios es omnipotente, que ve incluso el corazón y la mente de las personas.  Por lo tanto, en la presencia de Dios, se revela cada movimiento de una persona, e incluso las cosas más pequeñas no se pueden ocultar.

1Jn. 1: 6-10"[...]. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros."

Cuando confesamos nuestros pecados delante de Dios, el misericordioso Dios se apiada de nosotros y nos perdona nuestros pecados.
Confesar el pecado es una promesa de no volver a cometer pecado.

Agradecemos a Dios Ahnsahnghong y a la Madre Celestial por permitirnos orar durante la semana de la oración del Día de la Expiación para que podamos confesar nuestros pecados.

A través del arrepentimiento completo, seré hijo que retribuya la gracia de la salvación que Dios Elohim me ha dado.