La biblia dice que somos hijos de la promesa como Isaac. Aquí, la promesa es la vida eterna por la que podamos entrar en el reino de los cielos( 1Jn.2:25).
Por lo tanto, debemos tener la parte de los hijos de la promesa. Entonces, ¿ por qué nos compara con Isaac?
Si vemos la historia de familia de Abraham, podemos entender que Isaac fue heredero de la familia de Abraham por medio de su madre, Sara. Esto nos muestra que se necesita la Madre celestial para que seamos hijos de la promesa.

Gal. 4:28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.

En la familia de Abraham habían tres candidatos que podían recibir la primogenitura( Gn.15,16,17). Entre ellos, Isaac fue heredero por su madre,Sara la libre.
Eliezer, el siervo de Abraham, no pudo llegar a ser heredero porque no era de Abraham ni de Sara. Ismael, hijo de Agar quien era sierva de Sara, tampoco fue heredero porque era de hijo de sierva y nació según la carne sin promesa de Dios. Al final, Isaac fue heredero porque era de Abraham y de Sara. La diferencia evidente entre Ismael y Isaac era sus madres. La madre de aquello era Agar la sierva. Pero la madre de este era Sara la libre. Por tanto, sus madres fueron las condiciones dicisivas de ser primogenito. Además, Isaac nació según la promesa de Dios.

Gn. 17:19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac, y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.

Así, Dios dijo a Sara que daría a luz un hijo y llamarás su nombre Isaac. Por esta razón, él se llama hijo de la promesa.
La razón por la que nos compara con Isaac es que nosotros también tenemos que nacer de la Madre celestial.

Gal. 4:26 mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.

En conclusión, Sara representa a Dios Madre. Sin ella , nunca podemos tener la parte de hijos de la promesa