Los seres humanos viven en un espacio y un tiempo limitados en esta tierra.
Por eso, la gente piensa que el mundo visible en esta tierra lo es todo, y están trabajando duro por la vida en esta tierra.
Pero, la Biblia nos dice que esta tierra no lo es todo, sino que hay un mundo eterno invisible.

2 Co. 4:16-18  Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Dios nos ha revelado que el mundo invisible es el mundo real y el mundo eterno.
La razón por la que Dios nos ha dado una vida corta en la tierra es para hacernos saber la vanidad de la vida y darnos cuenta del valor de las cosas eternas para que podamos avanzar hacia el mundo eterno.
El mundo eterno invisible es el reino de los cielos. En esta época, el Espíritu y la Esposa, Dios Padre y Dios Madre, nos llaman para llevarnos al reino de los cielos donde hay felicidad eterna.

Ap. 22:17  Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Recibamos el agua de vida de Dios Padre y Dios Madre y vayamos al mundo eterno de los cielos.