La Iglesia de Dios cree en Dios Padre y Dios Madre registrados en la Biblia.

La Pascua es el día en que los israelitas, que habían sido esclavos durante más de 400 años, fueron liberados de Egipto por la sangre del Cordero Pascual hace 3500 años.

En la Pascua, Dios prometió que les sobrevendrían todas las calamidades, y la convirtió en una ordenanza eterna para ser observada en las generaciones futuras (Éxodo 12:1-14). Él prometió ser Su carne y sangre.

Por lo tanto, al comer el pan pascual y beber el vino, que simboliza la carne y la sangre de Jesús, podemos ser protegidos de las últimas plagas y obtener la vida eterna (Juan 6:53-58, Mateo 26:17-19, 26-28).

Jesús, sus discípulos y los santos de la iglesia primitiva guardaron la Pascua (Mateo 26:17, 1 Corintios 11:23-26), pero la Pascua fue abolida en el Concilio de Nicea convocado por el emperador Constantino en el año 325 d.C.
Como resultado, la Pascua no se observó durante más de 1.600 años.

Sin embargo, según la profecía de la Biblia, esta fiesta fue restaurada por Dios mismo, y solo la Iglesia de Dios la guardó por más de 50 años en el mundo (Isaías 25:6-9).

La Biblia es el único criterio para el juicio.
Esto se debe a que la única verdad y el camino de salvación es la Palabra de Dios, dada para salvar a la humanidad.
Mucha gente busca la verdad y la salvación y anhela la palabra de Dios y el cielo.
Dirígete a Dios Padre y Dios Madre, que conducen a la humanidad a la salvación y la vida eterna, encuentra la verdad y recibe el agua de la vida como un regalo sin costo alguno.