La mayoría de las personas de este mundo piensan que nuestra vida se terminará al morir un hombre. Y tratan de vivir en este mundo con muchos dineros. Sin embargo, habrá la vida espiritual después de la muerte de nuestro cuerpo. Por lo tanto, tenemos que preparar lo espiritual para nuestra vida venidera.

He. 11:13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que estos dicen, claramente dan a entender que buscan una patria. Pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial

Los antepasados de la fe vivían en este mundo como peregrinos y extrageros. Ellos tenían la esperanza de regresar a la patria celestial de donde salieron. Si no hubieran tenido el corazón de anhelar la ternidad, ¿ cómo habrían tenido la oportunidad de regresar a la patria celestial ? De ninguna manera
De mismo modo, debemos tener la esperanza de regresar a ella con fe. Entonces, ¿ qué debemos hacer para entrar en la patria celestial?

Ec. 12:13 El fin de todo el discurso oído es éste; Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Jn. 14: 15 si me amáis, guardad mis mandamientos.

Guardar los mandamientos de Dios es el todo de hombre. La mayoría de los creyentes dicen que aman a Dios. Pero si no guardan sus mandamientos, no hay amor en Dios. Por lo tanto, tenemos que andar el camino del desierto de la fe guardando sus mandamientos.

Mt. 7:21 No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

¿ Quién podría alcanzar el propósito de su fe ? Solo los que hagan la voluntad de Dios alcansarán la salvación de su alma. Dios nos ha dado el nuevo pacto para nuestra salvación. Es el día de reposo y la Pascua del nuevo pacto.