En los tiempos de Ezequías hubo una gran reformación en la que se quebraron los ídolos que estaban siendo adorados en el templo y todos lugares de Israel. Ezequías los quebró después de guardar la Pascua.

Cr.31:1 Hechas estas cosas, todos los de Israel que habían estado allí salieron por las ciudades de Judá, y quebraron las estatuas y destruyeron las imágenes de Asera, y derribaron los lugares altos y alteras por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo.

Hasta aquel entonces los Israelitas adoraban ídolos y a dioses ajenos sin discernimiento por falta de los ojos espirituales. Pero, después de guardar la Pascua él hizo reformación religiosa.

Cr.30:1 Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que viniesen a Jerusalén a la casa de Jehová para celebrar la Pascua a Jehová Dios de Israel.

Durante mucho tiempo ellos no la guardaban. Pero, Dios les hizo recordarla y guardarla. Así, después de guardarla podían servir a Dios quebrando los ídolos.
Este es el ejemplo para nosotros a fin de que adoremos solo a Dios.

Ro. 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la cosolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

La reformación de Ezequías nos enseña que cuando guardemos la Pascua del nuevo pacto, podremos servir solo a Dios. Ahora solo la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial guarda la Pascua del nuevo pacto.