Muchos cristianos hoy en día equiparan la Segunda Venida con el Juicio Final.
Si no se da cuenta de que la Segunda Venida y el Juicio Final son diferentes, no puede recibir a la Segunda Venida de Cristo antes del juicio.
Porque solo piensa en juicio Final, no quiere escuchar la verdad por mucho que le diga.
Sin embargo, la Biblia testifica claramente de la Segunda Venida de Cristo, quien vendrá sobre las nubes antes del Juicio Final.
Dios profetizó que el juicio vendría con fuego y la segunda venida sobre las nubes. En el momento de la primera o segunda venida la venida sobre las nubes es una profecía de que vendrá en la carne, las nubes significa en la carne.
Por eso sinfaltamente debemos encontrarnos con Cristo que ha venido antes que el juicio y entrega la verdad.

Creeré plenamente y seguiré al Padre Celestial y a la Madre Celestial, quienes son los salvadores en la época del Espíritu Santo. Obedeceré al 100% las palabras del Padre Celestial y de la Madre Celestial.
Creeré plenamente y seguiré al Padre Celestial y a la Madre Celestial, quienes son los salvadores en la época del Espíritu Santo. Obedeceré al 100% las palabras del Padre Celestial y de la Madre Celestial.

Cristo Ahnsahnghong, quien vino en la carne antes del ultimo juicio, nos ha guiado a Sión para enseñar la verdad y darnos la salvaciòn.
Por lo tanto, Señor Ahnsahnghong es la segunda venida de Cristo y nuestro Dios.

Estoy agradecido con Cristo Ahnsahnghong, el Cristo de la Segunda Venida, quien restauró la verdad del Nuevo Pacto a un mundo sin fe y nos llevó a creer y adorar a Dios plenamente. También agradezco a la Madre Celestial por darnos el agua de la vida gratuitamente y conducirnos al perdón de los pecados y la salvación. Antes que venga el juicio final, tengamos una fe fuerte y seamos capaces de alcanzar la salvación en abundancia.

Antes del juicio final de Dios, Él vino a esta tierra en la carne para establecer la fe que nos permite ser salvos. Si no aceptamos la segunda venida de Cristo, solo nos espera el juicio final. Doy gracias a Dios por salvarnos y llevarnos al cielo.