Mientras vivo mi vida de fe, hay momentos en los que pienso si estoy viviendo bien mi vida de fe o si creo bien en Dios.
Si es así, ¿cómo confíamos bien en Dios?
Debemos decir “sí” a cada palabra de Dios y obedecerla.
Las personas que fueron llamadas todos los justos en la Biblia obedecieron la palabra de Dios incondicionalmente, independientemente de las circunstancias, sin plantear sus propios pensamientos.

Noé construyó el arca según la palabra de Dios durante un largo período de tiempo estimado entre 40 y 120 años.
Era un tiempo en que no había lluvia, y se hizo en la cima de una montaña, no por los alrededores de el agua.
Derramó todo su material, tiempo y esfuerzo en la construcción del arca, soportando la envidia, el rechazo y la persecución de la gente.
Solo la palabra de Dios: "Construye un arca para ti, porque está a punto de ocurrir un diluvio" ; Noé ha hecho el todo con la fe.
El arca que Dios mandó no tenía ancla ni vela.
Pero no le importó a Noé, que ya le había dejado todo a Dios.
No hubo dudas ni quejas.

Este es el tipo de fe que necesitamos hoy.

Is. 55:8-9 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Como som más altos los cielos que la tierra así son mis caminos más alto que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.