La biblia profetizó que Dios establecería el nuevo pacto a fin de que sus pueblos sean perdonados y salvos. Para cumplirlo, él se sacrificó a si mismo soportando persecuciones y sufrimientos.

Jr. 31:31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá....Daré mi ley en su mente, y la escribiréen su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

A los que escriben el nuevo pacto en su mente, Dios les hace ser sus pueblos. Además él hizo el nuevo pacto con su gran sacrificio.

Lc. 22:15 Y les dijo: ¡ Cuánto he deseado comer con con vosotros esta pascua antes que padezca.

Lc. 22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Jesús deseó hacer el nuevo pacto y lo hizo con su preciosa sangre. Él vino en cuerpo siendo el sacrificio de la expiación para darnos el perdón de pecados y hizo el nuevo pacto derramando su preciosa sangre. Por lo tanto, nunca debemos menospreciar el nuevo pacto grabando el gran amor de Dios.