La fe cristiana es la fe de la promesa. Ya que Jesús dio vida eterna a través de la Pascua del Nuevo Pacto y prometió morar con aquellos que la guardan, Jesús no puede morar con aquellos que no la guardan. A juzgar por estos puntos, podemos ver que aquellos a quienes Dios reconoce como justos son los miembros de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que guardan el nuevo pacto.

Los que serán salvos en esta tierra en los últimos tiempos son profetizados como los que viven en Sion, que celebran las fiestas con el Cordero, y guardan los mandamientos de Dios y la fe en Jesús (Ap 14:1-3, 12). Dios los reconoce como los más justos y los salva.

No debe basarse en la evaluación de los malvados, sino que debe basarse en la evaluación de Dios. Incluso cuando hay un desacuerdo en la familia, o cuando se discute y decide algo entre hermanos y hermanas en Sion, si usamos la evaluación de Dios como nuestro estándar y buscamos primero la voluntad de Dios, siempre obtendremos resultados felices. Esto se debe a que Dios nos enseñó la verdad para darnos vida eterna, gozo eterno, paz, paz, armonía y todas las cosas buenas del cielo. Les pido que excluyan sus propios pensamientos y vivan de acuerdo con los preceptos y enseñanzas de Dios, y hagan de la evaluación de Dios el centro de todas las evaluaciones veraces.

Los justos absolutos son aquellos que son reconocidos como buenos por los justos y juzgados como malos por los malvados. Tengamos esto en cuenta una vez más, y no nos dejemos intimidar por la evaluación de los malvados, sino que estemos siempre atentos a la evaluación de Dios y seamos todos miembros de Sión que sepan seguir la verdad. Y trabajemos juntos para guiar a muchas almas a Sion despertando el discernimiento para que incluso aquellos que aún no han llegado a la verdad puedan discernir correctamente la verdad.