Cuando escudriñamos la historia de Edén, podemos entender que cometimos gran pecado violando los mandamientos de Dios. El pecado de Adán y Eva representa a nuestros pecados que hicimos en el reino de los cielos. Por tanto, tenemos que guardar sus mandamientos a fin de que seamos convertidos en los hijos del reino de los cielos.

Dt.10.12~ Ahora, pues, Israel, ¿ qué pide Jehová tu Dios de ti,sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames,y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Dios quiere que le amemos con todo nuestro corazón. Para esto él nos mandó a guardar sus mandamientos. Él nos ha dado sus mandamientos para nuestra bendición y salvación. Por lo tanto, guardarlos es todo de los hombres.

Ec.12:13 El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Salomón es considerado más sabio en la historia humana. Él confezó lo que había concebido en su vida. Guardar los mandamientos de Dios es el todo del hombre. Sus mandamientos contienen las bendiciones y nos hacen convertinos en sus hijos espirituales.