Gracias por lavar nuestros pecados a través del bautismo y guiarnos a las bendiciones del Espíritu Santo.

Nosotros, que hemos llegado a una nueva vida a través del bautismo, ahora debemos tener la fe para vivir según los deseos del Espíritu, no según los deseos de la carne. Sigamos siempre el ejemplo de Cristo y seamos hijos que cumplen la misión del evangelio.

Debemos seguir los deseos del Espíritu, no los deseos de la carne.
Démonos cuenta que el fundamento de nuestra vida no es una vida en esta tierra donde vivimos por un corto tiempo, sino un cielo donde viviremos con vestiduras angelicales.

Ya que el Padre Celestial y la Madre Celestial nos han dado la salvación, viviremos una vida de obediencia a las palabras del Padre Celestial y la Madre Celestial.

Solo los que tengan el deseo del espíritu pueden estatr al lado de Dios y andar el camino del desierto de la fe rectamente hacia el reino de los cielos. Para esto Dios nos ha dado sus mandamientos. Estemos en velad guardando sus mandamientos.

Miramos los celestiales y llenamos de buena esperanza del cielo y deseo del Espiritu Santo.

Sabemos muy bien que las riquezas y la gloria de este mundo son temporales; son como la niebla que aparece y luego se desvanece. Para vivir eternamente en el reino de los cielos, debemos, como los hijos se parecen a sus padres, parecernos a Dios Elohim en espíritu.

Miy cierto. No hay nada que jactar en esta tierra sino las gracias celestiales que nos han permitido nuestro Dios Padre y Dios Madre.
Aunque en este mundo se desvanece las cosas, el evangelio de Dios nunca se desvanece sino Dios reconoce y bendice abundantemente a los que siguen en el evangelio. Doy muchas gracias a Dios Elohim por su misericordía y amor.