El proceso de aceptar a Cristo es el mismo que el del apóstol Pablo. Hasta que el apóstol Pablo reconoció a Cristo, tomó la delantera en negar e incluso perseguir a Jesús. Sin embargo, por la gracia de Dios, todo cambió en la vida del Apóstol Pablo, a quien se le concedió un corazón para entender y un ojo espiritual para ver correctamente. La vida del apóstol Pablo estuvo llena de la fragancia de Cristo, y el fruto de la vida se produjo dondequiera que fue. Fue todo por la gracia de Dios que pudo vivir una vida tan completamente cambiada. Nosotros también, por la gracia de Dios, somos diferentes de antes de conocer a Cristo correctamente. Doy gracias a Dios por permitirme siempre vivir una vida feliz llena de las buenas nuevas del evangelio como el apóstol Pablo. Y de la misma manera, debemos ser diligentes en encontrar a los hijos de Dios que serán transformados como el apóstol Pablo y como nosotros.

No debemos ser hijos necios que gasten todo su tiempo divirtiéndose y simplemente regresen a casa después de ponerse el sol, olvidando completamente pro qué han venido aquí, a pesar de haber nacido en este mundo para cumplir un recado.

Si hemos nacido en esta tierra para llevar a cabo un recado para nuestra Madre, debemos llevarlo a cabo fielmente.

Imitando al Padre y a la Madre, que son nuestro ejemplo, nosotros también debemos salvar al mundo, reflexionando sobre cómo guiar a todas las personas del mundo a una vida de bendición.

Somos las personas más felices y bendecidas de esta època hemos recibido el llamado y la misión de Dios.
Tenemos muchas almas que aman y buscan a Dios.
Difundamos la salvación provista por el Padre y la Madre Celestiales, para que todas las personas del mundo que buscan y anhelan a Dios puedan alcanzar la vida eterna e ir al cielo.

Dijo que a los hijos de Dios en la última era del Espíritu Santo se les otorgarán mayores bendiciones del cielo que incluso a los profetas de la fe en la Iglesia Primitiva. Creamos en Dios Padre y Dios Madre que vinieron según las profecías de la Biblia, recibamos la bendición de la vida eterna y vivamos una vida eternamente bendecida en el cielo.

Espero poder llevar las palabras de vida a muchas personas. Doy gracias a Dios por llamarnos y permitir la salvación.