Dios anuncia lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho.
A través de la historia del Éxodo Dios nos mostró de antemano la manera de evitar las plagas postreras.

Éx 12 : 5-13 "... ... Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto"

Esta es la escena en que Dios establece la Pascua por primera vez. Dios prometió que los desastres pasarían por encima de los que guardaron la Pascua.
En realidad, los israelitas que guardaron la Pascua conforme a la Palabra de Dios, recibieron la salvación del gran desastre de herir a todo primogénito.

El nombre de la Pascua tiene el que significado de que "los desastres pasan por encima."

El cordero de la Pascua en el Antiguo Testamento es figura de Jesús(1 Co. 5 : 7).
Así como los israelitas guardaron la Pascua con la carne y la sangre del cordero, Jesús guardó la Pascua con su carne y sin sangre junto con sus discípulos.

Jesús, quien es la realidad del cordero de la Pascua, nos dio el pan y el vino de la Pascua para que su carne y su sangre permanezcan en nosotros.

Por lo tanto, guardemos sagradamente la Pascua del nuevo pacto y seamos salvos de la plaga postrera a través del cordero de la Pascua, la sangre de Jesús, como el pueblo de Dios.